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Arrabal genial


Arrabal genial la monta con humor.
El certamen de arte y vanguardia tuvo ayer a un invitado de excepción, el dramaturgo y escritor Fernando Arrabal. Su conferencia fue todo un espectáculo, propio de un iconoclasta.
28.10.08 Rasco RANES

No habló del milenarismo, pero el paso de Fernando Arrabal ayer por Huesca trajo a la memoria aquel famoso momento en el que el dramaturgo puso patas arriba un plató televisivo. El irreverente y extraordinario escritor fue el cofundador junto a Alejandro Jodorowski y Roland Topor del Grupo Pánico. "¿Sobre qué tengo que hablar?, no he comprendido", previno al inicio de su conferencia.
Su conferencia se convirtió en un espectáculo arrabalesco. El escritor llegó por la tarde a la capital altoaragonesa tras un viaje desde Nueva York, y parece ser que el 'jet lag' hizo efecto. El primer acto tuvo lugar en la Biblioteca Antonio Durán Gudiol, donde se presentó 'Cocina Caníbal', el libro de Topor que ha reeditado la aragonesa Tropo Editores.
El segundo acto de la obra que Arrabal interpretaba sobre la marcha se desarrolló en el salón de actos del Centro Cultural El Matadero, que registró un lleno para escuchar su conferencia 'En torno al Grupo Pánico'.
Silencio, tras el que Arrabal se puso en pie y agarró el micrófono, como un monologuista. "Es la segunda vez que vengo a Huesca -comenzó- y recuerdo que la primera vez lo hice con gran placer... ¿Sobre qué tengo que hablar?". Tras pensarlo, se lanzó a hablar sobre la Patafísica, el Grupo Pánico, el dadaísmo y el surrealismo.

La charla derivó después por caminos sinuosos sobre la relación de Lenin y el dadaísmo, en los que el dramaturgo introdujo una disertación sobre el ajedrez y repasar la historia del campeón Bobby Fisher y de la apertura española.

Casi para cerrar, recordó que estuvo en la cárcel en 1967, con el franquismo. "Pero yo no soy un héroe, como los antifranquistas que lo fueron con valor y coraje a partir de 1976". También tuvo palabras sobre el premio Nobel el italiano Quasimodo: "Me alegra de que le hayan dado el Nobel de literatura porque, si le hubieran dado el de inteligencia, hubiera sido un desastre. ¡Un niño de cuatro años era más inteligente que él!".

Fernando Arrabal, brillante y genial,la montó en el festival y el público le agradeció lo insolito e inteligente del espectáculo con una enorme ovacion.