Excepcional aportación. B.Grotto 15-02-09. Asistir al estreno absoluto de una ópera, como es el caso, siempre es una gran suerte sobre todo pensando en que la música escenificada y cantada de ahora es, necesariamente, distinta, a la de otros siglos. Estamos en otra sociedad con otros valores. Si a ello se le añade que el mito de Fausto aquí está travestido, al igual que Margarita, que nace un niño clónico de un amor lésbico (sin mediar varón), que Dios obra en escena y que el libreto es de un creador tan original y diferente a todo como es Fernando Arrabal, entonces la suerte se mezcla con el respeto ante la obra del autor español mas universal. La música que Balada asigna al foso orquestal es muy interesante, siendo patente su formación en el expresionismo americano. El aparato escénico de Joan Font aporta novedad y mérito. Es un maestro en el movimiento de figurantes, en este caso el cuerpo de baile (esqueletos y amazonas). El libreto de Arrabal sorprendió y entusiasmó , está dentro de su rigor emocional y de su control de conceptos. Es una obra maestra. Y soporte inesperado y magnífico para el tercer mito de nuestra civilización. Soberbio el complejo trabajo de concertación de Jesús López Cobos, en esta obra tan tutelada en su gestación por él. Un vaticinio : esta ópera tendrá éxito allende nuestras fronteras. Dice y aporta excepcionalmente.
